El priorato, un placer

La zona elegida para pasar este corto puente fue el priorato. Tenía mucha curiosidad por visitar esta tierra de vinos que juegan en otra liga, por calidad, complejidad y sobre todo por precio, son supervinos.

Sentado en el coche, esta vez de copiloto, las curvas se suceden una tras otra sin solución de continuidad y los kilómetros por recorrer se estiran interminables como si fuesen de goma antes de alcanzar cualquiera de los pueblos del priorato, Falset, Porrera, Gratallops. El paisaje arisco y duro a fuerza de pinceladas de pizarra alquitranada con alguna vena que otra de cuarcita que deslumbra y luce al sol, impresiona sobremanera cuando se llega por primera vez a estas tierras. Estamos cerca de Reus, de Salou y de Tarragona, pero una vez en el corazón del priorato la civilización humana parece encontrarse a años luz, los pueblos son extremadamente precarios en su especto. Y vuelve a sorprender que, aquí, en una zona castigada por el aislamiento y el abandono, donde a duras penas se pueda encontrar un hotel con el mínimo de comodidades, te topes a la vuelta de la esquina un grupo de sesudos y serios enólogos que apostaron en los años ochenta por estas viñas. Y es que, como en muchos otros casos la fama de los vinos del priorato ha alcanzado mucha mas resonancia fuera de nuestras fronteras que dentro. Se pagan a precios de grandes vinos los “clos” como se les conoce en la jerga profesional. El alto grado alcohólico, el color oscuro y una potencia que a muchos les parece agresiva. El resultado se ha concretado en unos vinos de fuerte personalidad, originales, con pocas concesiones comerciales y muy caros que han revolucionado el concepto en cuanto al vino español.
Las raíces de la garnacha, cabernet y Shiraz, tiene que buscar su propio camino para sobrevivir, desarrollar raíces de diez, quince, veinte metros de profundidad hasta que se adaptan al medio y consiguen alimento para sobrevivir sin depender de las condiciones climatologicas. Si alguna no lo consigue se arranca y vuelta a empezar. Casi todas las viñas están plantadas en terrazas ya que no hay ni cuatro metros cuadrados en llano. También sorprende el tamaño de las bodegas, por mas conocidas que sean en la mayoría de los casos son un simple bajo o una almacén. Álvaro Palacios, un hiperactivo con las ideas muy claras fue de los primeros en instalarse, nació en la casa donde se asienta la bodega de sus padres, bodegas palacios remondo en la rioja. Su vitalidad y entusiasmo, sus estudios en Burdeos, el tiempo en que trabajo con la familia Moueix propietarios del Chateau Petrus saca a relucir sus vinos, el Clos dofi, Les Terrases y L Ermita, durante mucho tiempo el vino mas caro de España, vendido antes de estar embotellado. Se pueden encontrar prioratos a veinte euros y ninguno de ellos decepciona.

Desearos como siempre unas felices fiestas a vuestra manera. Saludos de todo el equipo, últimamente tenemos mas trabajo y somos mas, Rebeca, Paqui, Laura, Patricia, Filiberto… y recuerda que en estas fiestas religiosas para el coctelero, “la barra es un altar; el barman, un sacerdote, y un buen local, una iglesia o catedral”

Un fuerte abrazo. Paco Aviño

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