Vinos de excepción en España

Hoy en día existe toda una revolución en el mundo del vino español. El último escándalo ha sido la salida de Juan Carlos Lopez de La Calle, propietario de Bodegas Artadi, quien ha decidido abandonar recientemente la D.O. Ca Rioja. Es consciente de que el futuro no debe pasar por una obsesión basada tecnología y la productividad sino debe complementarse con un desarrollo agrícola más sostenible.

Un grupo de bodegueros cada vez más extenso, está a favor de los vinos de excepción. Consideran que el sistema de D.O basado en una marca genérica ha sido bueno hasta ahora, ya que actualmente el mercado y los nuevos clientes potenciales piden la diferenciación y, para eso es necesario una jerarquización dentro de las regiones vinícolas.

Copiamos de los franceses todas sus técnicas, y así surgió, una nueva era en el viñedo español. No se copió el vínculo del vino con la viña sino la identificación territorial propia de Chateaux Bordelés o el Clos Borgoñón. Actualmente, competimos con la desconexión del campo con el agricultor, así como la búsqueda de volumen y precio antes que de calidad de los países del nuevo mundo. Pero no nos correspondería debido a la riqueza natural y la calidad de nuestros viñedos.

Luis Gutierrez, delegado en España del The Wine Advócate, la revista de Robert Parker, explica la actual situación de los vinos de España. Debido a nuestra historia somos un país emergente en el mundo del vino , ya que durante una buena parte del siglo XX hemos sido un país pobre y aislado, donde el vino era parte de la dieta de subsistencia.

Telmo Rodriguez comentaba recientemente, que España es el único país capaz de vender cogollos de Tudela de origen Murciano. Las D.O. nacieron en Francia para defender un gusto, de manera que en cada zona de producción vinícola se genera un sabor único. En España se han convertido en marcas que ya no buscan un sabor único característico de la zona productora, ya que están siendo controladas por bodegas que tienen otros intereses, argumenta Telmo.

Más de doscientos productores españoles buscan promover una asociación con una base profunda donde se imponga la honestidad. Recuperar el amor por la tierra sin buscar el ensamblaje de uvas foráneas o el pedigrí de las maderas.

Se busca como ejemplo un modelo como la asociación alemana VDP fuera de la D.O. que sea privada y englobe a la mayoría de bodegueros de su país. Para ello, lo que se ha hecho es mapear el territorio e identificar los mejores viñedos a nivel de detalle. Ya que el viñedo es como el talento, no está en todas partes, hay que buscarlo.

Borgoña también es una referencia con la división entre, gran crudo, primer crudo y vino de pueblo. Representando el 2% de la producción, los Grand Crus son los que empujan a todos los demás.

En España existe infinidad de viñas escondidas por descubrir. Más de 2.000 años produciendo un gran vino. En el horizonte, un futuro esperanzador para el consumidor que busque la excelencia con vinos apasionados en los que aflore el paisaje.

Un fuerte abrazo, Paco Aviñó