La fiebre de la fermentación está invadiendo España. No somos lo que comemos, sino lo que digerimos, y los alimentos fermentados son un poderoso estimulo para la digestión y una importante herramienta frente a las enfermedades. Además, estos alimentos nos aportan sabores realmente divertidos e inesperados.
El delicioso pan, el café, el chocolate, la cerveza, el. vino, el queso, el miso, el yogur, el chucrut, el kéfir, los encurtidos y, el kimchi entre los más populares, forman parte desde nuestros comienzos como cultura humana para preservar e intensificar el sabor de lo que comemos y bebemos. En conclusión, la diversidad es la clave.
Son alimentos vivos gracias a una actividad bacteriana fundamental para la vida misma sin que sus propiedades hayan sido destruidas por el proceso industrial. Son alimentos llenos de probióticos, es decir, bacterias beneficiosas que viven en el intestino y mejoran la salud general del organismo, trayendo beneficios como facilitar la digestión y la absorción de nutrientes y fortalecer el sistema inmunológico.
La fermentación está en todas partes siempre, es un milagro cotidiano. Las bacterias y los hongos microscópicos incluidos las levaduras y los hongos están en el aire que respiramos y en cada bocado de los alimentos que consumimos.
La fermentación no solo preserva los nutrientes, sino que además los descompone en productos más digeribles al tiempo que crea nuevos nutrientes.
Uno de los fermentados más sorprendente es el Kombucha. Se trata de un té endulzado de ligero sabor ácido. A el Kombucha se le conoce como el “hongo de la inmortalidad”, puesto que si lo preparamos adecuadamente, nos dará bebida indefinidamente. Este té ayuda a la actividad digestiva y a la prevención del cáncer. Además, tomándolo frío, es un sustituto ideal de las bebidas refrescantes.
La fermentación casera simboliza el extremo opuesto de la comida basura, y requiere muy poca preparación y trabajo. Pasas la mayoría del tiempo esperando y, cuanto más tiempo pasa, mejor. Si compras este tipo de alimentos, es muy importante que en la etiqueta no ponga que el alimento esta pasteurizado, puesto que significa que los microorganismos están muertos. Así que ya sabes, si te animas, fermentar en casa es lo más sencillo del mundo.
Paco Aviñó. Restaurante Genuí Golf Escorpión.
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