Nadie es una isla, completo en si mismo; todo hombre es un trozo de continente, una parte del todo.
La persona que os presento, hoy colabora en varios de mis proyectos, me ayuda, dando forma a mis sueños, me completa, formamos un continente.
Victoria Del Hoyo Herrero es la autora del texto que leeremos a continuación, (“cositas” le llama ella) que hospedado en mi casa queda, esperando que nos enriquezca con muchos más, pues, esta periodista, alegre es retomando su afición por la escritura.
Presentada Victoria en este blog, leo su texto…
Armas de mujer o El amor entra por el estómago
Dicen los castizos que una mujer que prepara ricos guisos tiene muchas posibilidades de conquistar a un hombre. Esta afirmación ha adquirido tintes de realidad en los tiempos que corren. Ya lo demostró Melanie Griffith cuando desplegó toda su seducción para llevarse de calle al hombre de sus sueños en ‘Armas de mujer’.
Sin duda, la comida produce placer. Sólo hay que ver la felicidad que desprenden mis amigas con sus “menús de cama”: a una le gusta el chocolate para estimular sus terminaciones nerviosas; a otra, el frescor de un caramelo de menta para provocar cambios de temperatura. Y la nómina pasa por ostras, ginseng, fresas y otros tantos alimentos que potencian nuestras capacidades amatorias.
Lo cierto es que hay una conexión directa entre el sexo y la comida. El plátano y el pepino son símbolos fálicos, mientras que las ostras y las almejas son símbolos vaginales. Si nos ponemos primarios, hay aves que no permiten el apareamiento si no se les trae algo para comer: la interpretación primitiva de una cena romántica que acaba en la cama… Aquí hay de todo y para todos.
Yo, después de desplegar todo mi armamento de seducción (entre afrodisiacos, perfumes, cenas románticas y cuentos varios), he llegado a la conclusión de que a los hombres se les conquista, con un ‘vientre plano’.
V.
Leave a Reply