Santi Santamaria fue el cocinero con más estrellas Michelin en España, escribió múltiples libros de cocina llenos de sentido común, pasión por su oficio y sensibilidad. Escribió semanalmente en medios de comunicación y fue de los primeros en exportar su modelo de restaurante, El Racó de Can Fabes, a otras ciudades españolas y después al resto del mundo. Enumerar todos los éxitos conseguidos y los galardones con los que fue premiado es una tarea casi infinita. Su libro ‘La cocina al desnudo’ en el que ataca frontalmente la comida basura y las cocinas sin tradición llenas de productos químicos creó una gran polémica entre todos los cocineros. Obtuvo respuesta:
Estimado Santi Santamaría:
Tenemos el placer de ponernos en contacto con usted para proponerle un gran reto, a la altura de los restauradores más reputados. En Burger King apreciamos y valoramos su arte en los fogones, su habilidad creativa a la hora de elaborar sus platos y su capacidad para hacer del comer todo un arte, creando un lenguaje único.
Y son precisamente estas cualidades, que le distinguen y le convierten en uno de los grandes chefs de nuestro país y del mundo, las que nos inspiran a superarnos a nosotros mismos. Creemos que lo hemos conseguido. Después de años de trabajo, hemos dado con la fórmula secreta para hacer de una simple hamburguesa de pollo el producto más exquisito que se pueda imaginar.
Estamos realmente orgullosos de nuestra nueva hamburguesa Honey & Mustard Tendercrisp. Una hamburguesa de pollo única en el mercado, con carne 100% pechuga y una perfecta combinación de productos de la huerta murciana, aderezada con una equilibrada salsa a base de miel y mostaza, todo ello entre panecillos espolvoreados con maíz, una auténtica delicia a la altura de los paladares más exigentes.
Y para demostrar que estamos totalmente orgullosos de nuestra receta única, le invitamos a superarnos. Nos preguntamos si usted sería capaz de crear unas hamburguesas tan deliciosas como la nuestra, en definitiva, si sería capaz de superar a la mejor hamburguesa de pollo del mundo, la Honey & Mustard Tendercrisp.
Por ello, esperamos que se tome ese desafío con buen talante y con mucha competitividad. Estaremos encantados de que pruebe nuestra hamburguesa y se una al reto de confeccionar una hamburguesa de pollo para el gran público que supere a la nuestra.
Reciba un cordial saludo.
Jesús Manuel Muñoz
Marketing Impact Manager
Burger King España
Respuesta:
Distinguido Sr. Jesús Manuel Muñoz
Marketing Impact Manager
Como puede comprobar, su carta me ha sido de una gran utilidad, y sepa que le estoy agradecido por ayudarme a meditar sobre la situación de la cocina moderna en nuestra sociedad. Usted me ha ayudado a escribir este ensayo, que doy por terminado con estas últimas reflexiones.
Espero que haya encontrado a lo largo del libro un pensamiento crítico, en respuesta a la complejidad de los tiempos que nos toca vivir, también en todo lo que se refiere a la alimentación. Comemos mal, Sr. Muñoz, y usted lo sabe, como lo saben los ciudadanos y ciudadanas que renuncian a poner los pies en un local de fast food porque sería como iniciar un proceso de borrado de memoria, cuando la memoria es precisamente lo que nos ayuda a comprender quienes somos, donde estamos y hacia donde deseamos ir.
Ustedes y yo vemos las cosas de modo diferente. Yo defiendo que, en la cocina, hay que pasar de lo bueno a lo excelente. En Burger King, en cambio, promueven el paso de grande a gigante: de Big king a Big King XXL, una hamburguesa de casi mil calorías que, acompañada de las correspondientes patatas fritas y un refresco azucarado, aporta en una sola ingesta más calorías de las que necesita un adulto en todo el día. El Ministerio de Sanidad y Consumo denunció que la campaña de Big King XXL era contraria a los principios de la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y prevención de la Obesidad (NAOS) y recordó, de paso, que las hamburguesas de Burger King contienen abundantes cantidades de grasas «trans», que rebajan el colesterol bueno e incrementan el malo en la sangre, por lo que su uso ya está legalmente prohibido en ciudades estadounidenses como Boston, Filadelfia, Nueva York.
Burger King se ha manifestado sensible a las «preocupaciones culturales geográficas» de los países donde tiene operaciones. Así lo dijeron sus oficinas de Miami después de que en Costa Rica las autoridades retiraran su publicidad por considerar que fomentaba la violencia y atentaba contra la imagen de la mujer, la moral y las buenas costumbres. Pero lo cierto es que, con su política de mercado global y productos clónicos, convierten al consumidor en víctima de una alimentación que lo aleja de su tierra sin moverse de ella.
Puede que me tache usted de intolerante, fundamentalista o dogmático. Pero no puedo ser tolerante con lo que está mal, sino que tengo la obligación moral de denunciarlo.
El presidente ejecutivo mundial de Burger King, John Chidsey, declaró a The Wall Street Journal que su empresa tenía tres grandes objetivos:
1.º Crecer, penetrando más en los 70 países en los que Burger King ya está presente.
2.º Aprovechar la coyuntura de crisis para comprar productos baratos y beneficiarse de que la gente no pueda comer en restaurantes más caros.
3.º Satisfacer la necesidad cada vez mayor de tiempo que siente la sociedad permitiéndole comer en un mínimo de tiempo.
No decía el Sr. Chidsey si iba a hacer caso a los senadores Edward kennedy y Sherrod Brown, que en marzo de 2008 escribieron cartas a los más altos ejecutivos de Burger King para instarlos a mejorar las condiciones de trabajo de los jornaleros que trabajan para ellos en condiciones que rozaban la esclavitud.
En la carta que usted tuvo a bien mandarme, no me informaba de que sus principales clientes fueran jóvenes de entre quince y treinta años, ni me contaba que sus campañas publicitarias se dirigen sobre todo al público infantil, más sugestionable y al que esperan enganchar para toda la vida. Así se explica que, desde que inauguraron su primer establecimiento en España en la plaza de los Cubos de Madrid en 1975 hasta hoy, hayan pasado a contar con 493 locales, el 90 por ciento en régimen de franquicia.
Nuestra sociedad se preocupa por luchar contra la obesidad, sobre todo la infantil. Su empresa ofrece menús hipercalóricos para niños que pueden aumentar peligrosamente los niveles de azúcar y colesterol en sangre. ¿Son ésos los hábitos alimentarios que un padre o una madre desea que adquieran sus hijos?
En fin, me complace anunciarle que no solo no acepto el reto, como expuse al inicio de este libro, sino que, a partir de hoy, después de haberme informado de su historial, sus productos y su trayectoria como empresa, tienen en mi un enemigo declarado. Sepa que, en el nombre de la cocina, pienso volcarme cada día más en hacer pedagogía activa a favor de una alimentación sana, gustosa, respetuosa con el territorio y acorde con nuestras culturas mediterráneas.
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