Bien. Es al cóctel de moda, ya sé que todo el mundo lo sabe todo sobre él. Ahora el cóctel de moda está en boca de todos y todos le añaden su punto de gracia, a veces desgraciándolo, la bola de nieve no para de rodar y aunque cada uno puede hacer lo que le de la gana y bebérselo como quiera, para eso lo paga y disfruta, a veces con la excusa de innovar, escuchamos tremendas barbaridades en las que la ginebra y la tónica parecen ser actores secundarios. Preparar un gintonic, es algo muy sencillo, no lo estropeemos. Es hora de darle un trago a la ginebra.
Si quieres pasar un buen rato, compra tres botellas de ginebra, una mala y dos Premium que sean muy diferentes en cuanto a los botánicos utilizados, así podrás apreciar la diferencia al impactar en boca. Si puedes agrupar a unos cuantos amigos y comprar cinco ginebras diferentes mejor.
Ya estás sentado con las tres botellas y tres copas, por ejemplo de vino blanco, tiene el tamaño ideal para meter la nariz y para poder girarla, el pie para no calentarla y un poco cerradita para que los aromas no se volatilicen y poderlos detectar con más facilidad. Vertemos dos deditos de ginebra en cada copa, sostendremos el vaso a la luz para observar el color de la ginebra, en muchas es casi imperceptible, en otras como Magellan, utilizan la flor de iris, aportándole un bonito color azulado, Saffron un naranja precioso e intenso. En cualquier caso, hay que mirarla siempre.
Después añadiremos un poco de agua a la ginebra, con esto reduciremos el contenido de alcohol, liberará más sus aromas y nos muestra su verdadera personalidad, el alcohol los oculta. Giraremos la ginebra alrededor de la copa para atrapar en el borde los aromas y la oleremos. Aspiraremos para que nos llegue a la parte superior de la nariz donde tenemos más terminaciones nerviosas. Las malas contienen aromas químicos y ásperos y las buenas a flores, especias, frutas, cítricos, dulces, leñas, tierra.
Ya en boca tomamos un pequeño sorbo y lo saboreamos dejándolo finalmente descansar en la lengua analizando los sabores que contienen, todo ello despacio, con calma y saboreando. Hasta casi cincuenta botánicos pueden llegar a utilizarse hoy en día, así que disfruta y no intentes adivinarlos, te sobresaldrá el de enebro, es el que otorga la categoría de ginebra a este destilado, por lo tanto siempre está y predomina, después encontraremos los más conocidos según para cada persona, cilantro, cítricos, regaliz, pepino etc… Después analizaremos la sensación de sequedad en la parte posterior de la lengua, eso indica que tiene más proporción de raíces como la angélica, por el contrario, si percibimos acidez nos dará indicios de pieles de cítricos, si nos resulta dulzona, flores o frutas como por ejemplo Brogkmans. Una buena ginebra debe tener un final limpio y fresco. El enebro tiene que desaparecer de la boca en el siguiente trago y solo permanecer en la memoria. Y así, varias veces, sacando tus conclusiones.
Si tuviera que comprar cinco diferentes, hoy escogería: Brockmans, Saffron, Seagrans, Citadelle y una de calidad muy inferior. Escojo éstas porque tienen matices muy diferentes y te resultará muy interesante sus cata.
Después nos tomaremos uno de:
Seagram’s Extra Dry
Joseph E. Seagram & Sons. New York. USA. Distribuidor: Osborne (917 283 880).
Tipo: Ginebra Premium. Alcohol: 40%. Precio: 14 euros.
Elaboración: Bidestilado de granos con catorce ingredientes botánicos seleccionados: enebro, cardamomo, corteza de naranja, cilantro, canela, casia, nuez moscada, angélica, almendra, cacao, lima, limón y alcaravea. Posteriormente madura levemente en barricas de roble.
Cata: Color levemente dorado, transparente; aroma refinado y ligero a cítricos, sobre una base sólida de enebro; sabor suave, muy seca y final con un toque de especias.
La tónica: Seagram’s Premium. Una mixer de matices botánicos, aroma a cítricos y hierbas, paladar fresco con final elegantemente margo. Burbuja viva y persistente.
Disfruta. Paco Aviñó.
Leave a Reply