Su aliento es como miel aromatizada con clavo de olor;
Su boca, deliciosa como un mango maduro.
Besar su piel es como probar el loto.
La cavidad de su ombligo oculta acopio de especias.
Que placeres yacen después, la lengua lo sabe,
Pero no puede decirlo.
Srngarakabita, kumaradadatta (siglo XII)
La glotonería es el camino recto hacia la lujuria y si se avanza un poco más a la perdición del alma, esa glotonería nace debajo de nuestra lengua.
El placer de un sabor se centra en la lengua y el paladar, aunque a menudo no comience por allí, sino en el recuerdo.
Besame, comeme, mascame, lameme, muerdeme, chupame, sorbeme, tragame, gustame, olisqueame con la boca. Seguimos hablando de comida verdad?
Para comer, y para agasajar a nuestras parejas, utilizamos, antes de llegar a las manos, la boca, la lengua. Las dos son, además de aventuras físicas, experiencias olfativas y gustativas.
La relación entre sexo y comida está allí, forma parte del lenguaje, se nos mezcla, el acto de comer con el de amar carnalmente andan de la mano.
Engullir y revolcarse, estaremos todos de acuerdo, son las actividades vitales más placenteras que podemos encontrar en el supermercado de la vida.
Saber comer, saber besar, saber amar, parece que todo nace por la boca, en ella introducimos lo mas preciado, lo mas sagrado, toda nuestra vida entra por la boca. Le estamos prestando la atención que merece a todos los placeres que entran por nuestra boca? Por que todo lo que entra por la boca es un placer verdad?
Alguna vez has probado a meterte en la boca una uva grande y rosada, bien madura, durante diez minutos. Inténtalo, siéntela, relájate, no sufras, juega con ella, piénsala, imagínala cuando estalle, siente tu cuerpo como reacciona, diez minutos, una simple uva.
Pasaran los años y nunca olvidaras su tamaño en la medida de tu boca, su perfume, tus reacciones, su disfrute después y mil cosas más que descubrirás y que no te anticipo. Te atreves, frente a tu pareja, una uva cada uno, diez minutos, frente a frente, una uva en cada boca, o, una uva y una cereza ella… o tu solo, con los ojos cerrados, en tu intimidad…
Si todo lo que has comido en esta vida, si todo lo que has disfrutado con tu boca, ahora, desde otra perspectiva, lo inicias de nuevo, y ralentizas el tiempo de forma muy exagerada, sin apurarlo, saboreándolo, como el caso de la uva, mil experiencias nuevas te esperan, descubrirás un mundo nuevo. Piensa en las cosas que más te gustan y alarga su disfrute, muy muy muy lentamente. Por la boca entra la sabiduría si tienes la paciencia de recrearte, exageradamente.
Cuantas veces nos hemos sentado frente a nuestros cómplices y les hemos enseñado una forma nueva de comer, un determinado alimento, lo que mil veces comieron con una nueva mirada, la misma gamba, mil veces mas disfrutada, la misma gamba, la misma uva…
El placer es el fin supremo de la existencia, no lo olvidemos. La boca lo sabe.
Besos. Paco.
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