¿Por qué en el mercado tienen el pescado con hielo y la carne no?
Para que se conserve mejor.
¿Entonces la carne no se conserva tan bien?
Los pescados suelen vivir en aguas con las temperaturas bastante frías y aunque los pongas en la nevera, sus microbios pueden seguir creciendo. Si pones la carne en la nevera, sus microbios ya no crecen. Pero para detener los microbios del pescado, tenemos que ponerlo en hielo. Por eso la carne la podéis tener varios días en la nevera y el pescado es mejor que lo comáis el mismo día que lo compráis o al día siguiente.
La sociedad española de nutrición comunitaria recomienda tomar tres o cuatro raciones de pescado por semana a toda la población. Los efectos beneficiosos del pescado para el corazón y la circulación sanguínea se atribuyen a las grasas omega 3, que abundan en el pescado azul y tienen un efecto cardiosaludable. El pescado tanto el azul como el blanco, es además una excelente fuente de proteínas de alta calidad y aporta micro nutrientes imprescindibles como el yodo, el selenio y la vitamina D.
Otro imprescindible: el huevo. Es una de las grandes maravillas de la naturaleza. En apenas cincuenta centímetros cúbicos, contiene todos los nutrientes necesarios para que el embrión se convierta en pollo. Es uno de los alimentos más completos que existen. No tiene rival como fuente de los aminoácidos que necesita todo animal para construir sus proteínas. Aporta abundantes ácidos linoleico y araquidonico, dos tipos de grasas insaturadas que el cuerpo humano no es capaz de sintetizar y por tanto deben obtenerse de la dieta. Es generoso en vitaminas y minerales. Y sí, contiene colesterol, cuatro veces más que la carne, porque el colesterol es un ingrediente básico de la vida animal, necesario por ejemplo para formar las membranas de las células; pero aunque el exceso de colesterol en la sangre es perjudicial para la salud, el colesterol que se ingiere con los huevos no tiene influencia sobre la cantidad que circula en sangre. Es bueno comer cuatro huevos por semana.
Recuerda que los huevos se pueden guardar fuera de la nevera, pero es mejor meterlos dentro.
Los huevos son delicados y cuanto menos se muevan, mejor se conservan. Y por favor, si el fabricante de tu nevera ha puesto la huevera en la puerta, agitando la clara y la yema cada vez que alguien abre y cierra la nevera, mételos dentro en un sitio tranquilo.
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