Renovar tu cuerpo, renovar tu espíritu

Ayuno. “Los ojos me son necesarios para ver el mundo exterior, el ayuno para el interior”. Gandhi

El ayuno es un encuentro con uno mismo, una técnica de curación física, emocional, mental y espiritual, una pausa para considerar nuestra vida y hacernos preguntas sobre nuestras aspiraciones y la coherencia entre ellas.

Solo he realizado tres ayunos de una semana cada uno en mi vida. Una semana sin comer parece una eternidad, por el motivo que sea y que intentare explicar en este articulo, las cosas se dan fáciles y el tiempo pasa de forma agradable. Mi delgadez a veces extrema, no me permite realizarlo mas a menudo, pues a mi el ayuno me deja como una radiografía, si lo realizo una vez al mes, mínimo, un mini ayuno, un día y medio sin comer, si puedo dos veces al mes. Para mi es suficiente.

Hace unos años decidí realizar uno aprovechando las vacaciones de semana santa, cinco días en la escuela de yoga Naradeva, en Segovia, una casa enorme en medio de la naturaleza, en el pueblo de Torrecaballeros, al final de una pista forestal llena de baches, encontré esta isla de paz donde me cuidaron  de manera inolvidable.

El ayuno lo dirigieron los profesores de la escuela de yoga para un grupo de treinta personas, veintinueve eran mujeres y, yo.

Fue un remanso de mimos y cariños, de atenciones, de charlas interminables entre unos y otros, mezclado todo de ejercicios, películas y meditación, para mi todo una novedad, además, largos paseos por la sierra, en ese momento nevada, todo un encanto. Conocí mujeres de todas las partes de España, la mitad de ellas rondaban los sesenta años, acudieron desde Sevilla, el Pais Vasco, Madrid, solas, cada una se desplazo  en su coche, desbordaban una energía radiante, profesoras de primaria, autónomas, profesoras de yoga, cada una oporto su sabiduría y sus inquietudes, y muchas de ellas, las mas abiertas, terminaban la noche contando preciosos cuentos, historias de vida, anécdotas y pequeños secretos. Nunca  lo olvidare.

No comer durante unos días permite que el organismo descanse de la función de digestión, la sensación de hambre pasado el primer día desaparece, activando las funciones de eliminación y desintoxicación, regenerando y renovando todo el organismo, mientras en nuestro interior sentimos los cambios.

Es el método de purificación y limpieza más natural y efectivo que existe. Los animales lo realizan al sentirse enfermos y extraños, se ensimisman y no comen hasta que mejoren y la fuerza vital de la naturaleza les devuelve la salud. Además el verse liberados del trabajo de la digestión, disponen de un aporte de energía extra, al igual que nos sucederá a nosotros.

El organismo moviliza sus propias reservas de calorías para conseguir la energía que necesita para funcionar. Por lo tanto ayunar voluntariamente no es pasar hambre, ya que durante el ayuno desaparece el apetito. Es aconsejable durante al ayuno parar el ritmo de trabajo y no hacer sobre esfuerzos, de lo contrario si podemos sentir que la energía nos falta.

Los beneficios  del ayuno son muchos: para la salud, de higiene interno, a nivel anímico, espirituales y cada uno de ellos no se puede separar del otro, van juntos, es un método eficaz para la desintoxicación del organismo y para curar y ayudar a mejorar un sin fin de enfermedades. Esto ocurre por que el organismo se fortalece.

La fuerza vital de la naturaleza expulsara de nuestro interior todo lo indeseable para dejar un cuerpo más sano y purificado, el SER se manifestara más claro y profundo y así el cuerpo alcanzara una sensación de paz y claridad.

Muy importante entrar bien al ayuno, antes de entrar hay que disminuir el ritmo de comidas, la cantidad y enfocarlo más hacia las frutas, verduras y hortalizas.

Más importante aun es la salida del ayuno. Si salimos de el y hacemos una comida normal, lo mas seguro es que el estomago no la acepte, y si la acepta pasaremos uno de nuestros peores días de nuestra vida. Por lo tanto tenemos que empezar de forma suave, lenta y progresiva. Caldos y zumos, después frutas. Después hervidos y poco a poco en tres días recuperar la normalidad, esto para un ayuno de cinco, siete días, para un ayuno de quince o veinte días, deberíamos tardar una semana en alcanzar la normalidad.

Si lo vas a realizar por vez primera es mejor que antes te vallas preparando suprimiendo una o dos comidas en el día por semana, y ve aumentando poco a poco con el fin de que no se resienta el estómago, hasta que puedas llegar a suprimir el alimento por un día.

Comenzando, lo puedes realizar una vez por mes, un solo día, y luego, cada 20 días, 15 días y si lo prefieres una vez por semana, los Ayunos prolongados son mejor realizarlos en épocas de vacaciones donde se le va a dedicar todo el tiempo al proceso y sus sensaciones.

El mejor Ayuno de todos es solo el de agua, pero para algunas personas no es aconsejable por su salud; se aconseja entonces el de frutas o jugo de frutas pero sin dulce, un poco de miel. También son muy recomendables los siropes que nos aconsejaran las tiendas naturalistas. Se tiene que tener en cuenta que las frutas tienen que ser dulces, no ácidas: naranja, mandarina, limón, etc., pueden resentir el estomago. A mi personalmente me gusta mucho beber caldos de verduras y hortalizas.

El Ayuno tiene que ir acompañado de contemplación, meditación y reflexión, para obtener mejores resultados. Meditar simplemente es estar quieto durante un tiempo, con los ojos cerrados y una postura cómoda intentando que nuestra mente descanse y que no se centre en ningún pensamiento.

Su experiencia es muy propicia para reflexionar y mirar la vida que llevamos, para mirar lo que no nos llena y no nos tiene contentos, aceptarlo y perdonarlo sin juzgarlo y seguir adelante. Replantearnos también nuestra alimentación y nuestro ritmo de vida. Disciplinarnos, disciplinar nuestro apetito según nuestras necesidades.

Para las personas con exceso de peso, el ayuno puede ser la solución, porque no sólo puede ayudarle a rebajar los kilos que le sobran, sino que hace algo más: educa su apetito, purifica su gusto y disciplina su cuerpo y su mente. Con esta fortaleza es mas sencillo moldearnos.

Una vez pasados los dos primeros días, te encontraras con una energía extra y una formidable disposición del organismo a hacer cosas. Todo serán beneficios y regalos internos. Además, durante unos días no hay que cocinar, con todo lo que ello comporta de tareas extras.

Ya sabes; un domingo cada quince días, desde la cena del sábado hasta el suave almuerzo del lunes, comer solo fruta será un gran progreso para purificarte. Una vez al año, ocho, nueve días de ayuno mínimo para sanarte aunque estés sano será una revolución para tu organismo, desde ese punto de partida tu cuerpo aprovechara mejor los nutrientes de los alimentos y te sentirás mas fuerte, tu estomago, intestino y todos tus órganos funcionaran mejor. Además, cuando empieces poco a poco a comer de nuevo, sentirás en todos los alimentos una profundidad en sus sabores como si los descubrieras de nuevo.

Sano saludo. Paco Aviñó.

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