Titanic como se creo en Genui Cosmopolita

El 14 de abril de 2010 fue el 98 aniversario del hundimiento del titanic, al leer este aniversario en la prensa nos fijamos el reto y la ilusión de recrear lo que fue la ultima cena del TITANIC. Unos meses después, ya disponíamos de mucha información y, recopilando receta tras receta, después de leer la copia del menú rescatada nos pusimos en marcha.

El día 11 de abril del año 1912, el reloj marcaba exactamente la 1:30 p.m. cuando se escucharon las sirenas del Titanic y de los otros barcos cercanos en el muelle del puerto de Queenstown (puerto donde hizo la ultima escala, en este puerto es el ultimo lugar donde el Titanic tomo contacto con la tierra firme en su viaje inaugural). El capitán Edgard Smith impartió la orden de salida del puerto a sus 902 tripulantes. Prácticamente los 1455 pasajeros estaban asomados de la magnifica obra de arte agitando sus pañuelos para saludar a los seres queridos. Pero ese saludo era para gran parte de los presentes algo más que un simple ritual, era una despedida. Todos pensaban que el destino final seria Nueva York, del otro lado del atlántico, aunque nadie podía siquiera imaginarse que un simple trozo de agua congelada se interpondría en su camino. Considerado por los ingenieros de aquel momento como incapaz de hundirse, el Titanic pesaba más de 52.000 toneladas y tenía la altura equivalente a un edificio de 11 pisos. Navegaba a una velocidad de 23 nudos lo cual era sorprendente para la época.

En julio de 2011 decidimos retomar otra vez el proyecto y perfeccionarlo. Creamos unas cajas regalo, un Boarding pass como el original y un log book de doce paginas contando toda la historia del hundimiento. Se vendió como regalo para las navidades del 2011 y después para otras fechas como reyes, día de los enamorados y demás excusas. Pusimos a la venta esta vez el menú a 30€ mas diez de la caja por pareja, pero sin obligación de comprarla, y ya que estamos puestos, esperamos que sea un éxito los próximos meses. Ha sido toda una experiencia para mi, también para mi equipo de trabajo, que tanto disfruto, que tanto estrés soporto, que siempre están a mi lado en todo tipo de locuras.

En abril se estrena titanic en 3D. James Cameron, nos contara mas secretos.

Un domingo cualquiera leyendo la prensa, entre sus hojas, un especial del hundimiento del titanic. Lo devoro para enterarme de alguna novedad y en una de sus hojas leo un anuncio de un crucero de lujo (hay que ser atrevidos lanzarlo en un especial hundimiento) decía lo siguiente…lo que sucedió después, ya es conocido por todos.

Antes de partir a su descanso final realizo 2 escalas. Zarpo o salio el 10 de abril de 1912 de un puerto ubicado en el canal de la mancha, denominado Southampton en Inglaterra (algunos consideran este puerto como el puerto de salida del Titanic), luego hizo su primer escala en un puerto ubicado en Francia, el puerto de Cherbourg donde cargo pasajeros. Al día siguiente, el 11 de abril, arribo al puerto de Queenstown ubicado en el sureste de la Republica de Irlanda (dado que el puerto de Queenstown fue el ultimo lugar donde estuvo en contacto con el continente, se podría considerar que este es el puerto de donde salio el Titanic para su destino final).

A las 23 horas y 45 minutos del Domingo día 14 de Abril de 1912 el buque Titanic impactó con un Iceberg en el Atlántico Norte en posición 41º 46´N y 50º 14´W. al 5º día de su viaje inaugural. El buque se hundió dos horas y 45 minutos después del impacto es decir el lunes 15 de abril 1912, a las 2 horas y 30minutos.

En este desastre marítimo murieron 1.517 personas.

El día 2 de enero de 2011 decidimos no esperar al centenario, llevábamos varios meses haciendo pruebas, repitiendo los platos una y otra vez y teníamos miedo de que al cumplir los cien años, centenares de restaurantes tuvieran la misma idea, así que nos lanzamos a promocionarlo para el 99 aniversario.


Primer plato. Canapés variados.

Es el único plato que no sabemos con certeza, nos ha sido imposible averiguar que tipos de canapés ordeno el jefe de cocina ese día, por diversas circunstancias, podían ser de diferentes clases. Los hemos representado apoyándonos en nuestra experiencia e imaginación.

El personal de fonda, (Cocinas, comedor, servicio de camarotes, etc) estaba formado por unas 450 personas de las cuales Mr. Luigi Gatti era el Manager con categoría de Jefe de Oficiales.

Los menús de la Primera Clase estuvieron diseñados por el Chef Francés Auguste Escoffier.

Hemos estudiado la cocina de Escoffier y su trascendencia en el mundo gastronomico, para después reproducir la misma cena que se sirvió en el comedor PRIVE PREMIERE CLASE DEL TITANIC. La cena la compondrán diez platos elaborados EXACTAMENTE igual.

Así que lo que vais a disfrutar  es Histórico al 100% y  mi interpretación más o menos exacta de lo que fueron, o son hoy en día, los platos que se sirvieron en la última cena del comedor de Primera Clase en el Titanic.

Segundo plato. Ostras gratinadas al champán.

Auguste Escoffier (1846 – 1935) fue uno de los más refinados e innovadores cultores de la gran tradición culinaria francesa. A lo largo de su vida presidió muchas de las más afamadas cocinas del mundo, entre ellas las del London Savoy, los hoteles Carlton y el Ritz en París. Su Guide Culinaire (que constantemente aumentaba y revisaba) contiene casi todo lo que pensó o escribió acerca del arte al que se entregó por completo.

Poco antes de 1878 abrió su propio restaurante Le Faisan d’Or (el faisán de oro) en Cannes. En 1880 se casó con Delphine Daffis. En 1884 la pareja se trasladó a Monte Carlo, donde Escoffier se puso al mando de la cocina del Grand Hotel. Durante los veranos llevaba la cocina del Hotel National en Lucerna, donde conoció a César Ritz. Los dos se asociaron y en 1890 se trasladaron al Hotel Savoy de Londres. Desde esta sede establecieron unos cuantos hoteles de renombre, incluyendo el Gran Hotel de Roma y numerosos Hoteles Ritz por todo el mundo.

En las cocinas del Savoy, Escoffier creó muchos platos famosos. Por ejemplo, en 1893 inventó el melocotón Melba en honor de la soprano australiana Nellie Melba. También puso nombre a los Tournedos Rossini en honor del compositor italiano Gioacchino Rossini (aunque algunos rumores dicen que se lo copió a Antoine Carême).

En 1889 Escoffier y Ritz abrieron el Hôtel Ritz en París. Siguió en 1899 el hotel Carlton de Londres, donde Escoffier introdujo por primera vez el menú “a la carta”. Ritz sufrió una crisis nerviosa en 1901, dejando a Escoffier al mando del Carlton hasta 1919, poco después de la muerte de Ritz.

Alrededor de 1920 Escoffier se convirtió en el primero cocinero que recibió la Legión de Honor y en 1928 se le nombró Oficial de la Legión. Murió a los 89 años, pocos días después que su mujer.

Gran parte de la técnica de Escoffier se basaba en la de Antoine Carême, el fundador de la haute cuisine (alta cocina) francesa, pero el gran logro de Escoffier consistió en simplificar y modernizar el estilo elaborado y decorado de Carême. Junto con las recetas innovó, otra de las contribuciones de Escoffier fue elevar la categoría social y el respeto a la profesión de cocinero, introduciendo disciplina y sobriedad donde antes había rudeza y embriaguez. Organizó sus cocinas con el sistema de brigadas, con cada sección dirigida por un jefe de partida. También cambió la práctica del “servicio a la francesa” (todos los platos a la vez) por el “servicio a la rusa” (servir los platos en el orden en que aparecen en la carta).

Los medios de comunicación se interesaron por nuestra iniciativa, entre televisión, radio y prensa concertamos más de una docena de entrevistas.

Gimnasios, piscinas, biblioteca con mas de 30.000 libros y ascensores modernos eran una muestra del lujo brindado a los pasajeros. El viaje inaugural trans-atlántico debería durar 6 días pero tal vez para hacer notar que la naturaleza siempre es mas poderosa que cualquier maquina construida por el hombre, al tercer día de navegación a toda maquina, unos 23 nudos para ser exactos, siendo las 23.40 del domingo 14 de abril del año 1912, un vigía avisto a tan solo 450 metros un enorme iceberg (cabe aclarar que el Titanic había recibido un aviso previo advirtiendo la presencia de iceberg en la zona). Pasaron menos de 40 segundos desde el aviso hasta la caricia mortal entre el iceberg y el Titanic

«El «Titanic» era un gran hotel de lujo, flotante, al estilo de los famosos Ritz o Carlton. Todo estaba cuidado al mínimo detalle: los camarotes, las cubiertas de paseo, las diversiones, la cocina. Nadie mejor que Auguste Escoffier, el emperador de los cocineros y padre de la nouvelle cuisine, el encargado de diseñar la mejor de las cartas para el mejor de los buques.  Los pasajeros de primera clase pudieron disfrutar, durante los días que duró el malogrado viaje  (menos de cinco), de una de las mejores cocinas del mundo».

«Todo lo mejor se reservó para el «Titanic». Nadie podía realizar el viaje entre Europa y el Nuevo Mundo en un buque más

grande, bello y lujoso. Y su cocina no podía ser menos. Los mejores platos, de los cuales habían de disfrutar los pasajeros de primera clase, habían sido diseñados por el célebre cocinero francés Auguste Escoffier, el llamado padre de la nouvelle cuisine. Y a bordo del «Titanic», el segundo oficial en rango en todo el barco (su autoridad únicamente estaba precedida por  la del capitán, Edward John Smith) era el jefe de cocina, Henry Tingle Wilde. El salón del restaurante principal media 35 metros de largo por 28 de ancho, y tenía capacidad para servir a 500 personas simultáneamente, y su decoración interior podía competir con la del Palacio de Versalles. En total, las cocinas del «Titanic», que eran casi cuarenta, estaban atendidas por más de cien personas, entre cocineros, ayudantes, carniceros, pasteleros, panaderos, supervisores, encargados, etc».

Tercer plato. Consomé Olga.

A finales de febrero de 2011 después de la repercusión mediática, ya teníamos completado el aforo del restaurante para todos los viernes y sábados noches para todo el mes de marzo.

Considerando el crecido número de personas que viajaban en el «Titanic» (2.228 en total), las bodegas estaban repletas de toda clase de alimentos y bebidas. Para no tornar en extremo prolija esta relación,  únicamente citaré algunos productos: cincuenta y cuatro mil kilos de carne fresca,  cincuenta y cinco mil huevos, cuarenta  mil kilos de patatas, quince mil botellas de cerveza, mil de vinos y ochocientas cincuenta de licores. En la crónica de Marcelo C. Ossó se menciona que el «Titanic» llevaba 3.450 botellas de vino, 2.500 de Champagne, 1.500 de alcoholes (supongo se trate de destilados), 140  de licores y 12.500 de cerveza. Resulta, igualmente, cautivante la relación de vajillas, cristalería y cubertería: casi 50 mil piezas de vajilla, 29 mil de cristalería, 44 mil de cubertería, y 15 mil copas de champagne.

Los vinos que eran guardados en la cava del «Titanic», caldos de Francia, España, Italia, Alemania y Portugal. Entre otros, los más famosos de Borgoña, Burdeos, Ródano y Champagne, en el caso de Francia. De Jerez, Priorato, La Rioja y Penedés, procedentes de España. Y así en tratándose de vinos italianos, alemanes y portugueses.

Cuarto plato. Salmón poche en salsa mousseline.

Este plato sorprendió mucho al público, sutil y el salmón quedaba realmente jugoso.

El hecho de que «14 años antes que navegara el «Titanic» existió un libro de ficción llamado Futility, de Morgan Robertson,  que describió un barco llamado «Titán»,  que se creía insumergible. El autor lo llenó de gente rica y despreocupada, pero choca con algo parecido a un iceberg y se hunde en una noche de abril, además tenía casi el mismo peso, longitud y capacidad de pasajeros. Se considera que el autor usó el libro como una predicción del desastre del Titanic.  Para otros es una asombrosa coincidencia».

Algún siniestro presagio debió existir en el momento en que los propietarios de la compañía naviera The White Star le dieron el nombre  -en lengua inglesa- de «Titanic» a un colosal navío, el cual debía ser,  según sus constructores,  el barco más grande, más lujoso y más rápido que jamás hubiera sido construido.

Hago alusión a una posible circunstancia funesta a la hora de bautizar ese gigantesco barco, en virtud de que, según la mitología helénica, Titán fue el nombre genérico de los 6 hijos varones y 6 hijas mujeres de Urano y Gea, los hombres fueron llamados Titanes y las mujeres Titánides. Todos ellos se rebelaron contra Zeus y quisieron apoderarse del Cielo. La insurrección de estos dioses fue abolida cabalmente por Zeus, quien quedó como suprema autoridad entre las deidades del Olimpo, mientras que sus enemigos fueron aniquilados por completo.

Quinto plato. Espárragos en vinagreta azafranada al champán.

En una primera fase sacamos los espárragos escaldados, de textura crujiente, después entendimos que quizás era demasiado atrevido para la época y apostamos por hervirlos y cubrirlos con la vinagreta.

«Titanic» fue el nombre de un navío de colosales dimensiones e incomparable boato. Su denominación oficial era R.M.S. Titanic, ya que las iniciales R.M.S corresponden a las palabras Royal Mail Steamship. Medía 270 metros de eslora (largo), 28 metros de manga (ancho) y 18.5 metros de altura total desde la línea de flotación a la cubierta. Contaba, para los pasajeros de primera clase, con lujosos comedores, piscina interior de 6 metros de profundidad, tres elevadores, biblioteca, gimnasio y baños turcos. Las  29 calderas alimentadas con carbón le daban una velocidad de 23 nudos (42.5 kms/hora).

El 10 de abril de 1912, al filo del medio día,  zarpó de Southampton (Inglaterra) rumbo a Nueva York. El costo del boleto de primera clase era de 870 libras, en tanto que el de tercera era de dos libras.

De Southampton el «Titanic» se dirigió a Cherbourg, en Francia, y luego a Queenstown, en Irlanda. De este último puerto salió hacia Nueva York el 11 de abril, a las 13:30 horas. En ese barco, donde se combinaba el lujo más refinado con la elegancia nunca antes vista, viajaban 1.343 pasajeros y 885 tripulantes. En total, 2.228 personas.

En la noche del 14 de abril, a las 23:40 horas, cuando navegaba a una velocidad de casi 41 kms/hora, un iceberg de 100 metros de altura    -que sobresalía dieciocho metros sobre el agua- rozó el costado de estribor del «Titanic», por muchos considerado «insumergible». El daño ocasionó la entrada de gran cantidad de agua, que fue inundando los compartimentos estancos del barco, lo que hizo pensar a los oficiales que tenían a su cargo esta nave, que zozobraría en poco tiempo. Evaluados los cuantiosos daños se tomó la decisión de bajar las 20 lanchas salvavidas, en las cuales únicamente podían tener cabida 1.178 personas, poco más de la mitad del pasaje.

Sexto plato. Pate de foie gras con apio.

Foie, apio y un vino dulces francés, hace cien años, como se cuidaban.

En menos de tres horas el «Titanic» se partió en dos, y a las 02:20 de la madrugada, del 15 de abril de 1912, se hundió a una profundidad de casi 4.000 metros, ocasionando la muerte de  1.503 personas. De los 2.228 seres que allí se encontraban únicamente sobrevivieron 705, quienes fueron llevados a Nueva York (a donde llegaron el 18 de abril) a bordo del barco «Carpathia», de la compañía Cunard Line. El «Titanic» se encontraba, en el momento del hundimiento, a 160 kilómetros al sur del Gran Banco de Terranova.

En el caso del «Titanic» existió una lamentable cadena de circunstancias anómalas, que trajo como consecuencia lógica el hundimiento de un buque reputado «insumergible». Primera falla: los vigías encargados de atisbar el horizonte, para detectar la presencia de los enormes témpanos de hielo (muy frecuentes en esa época del año en la zona de navegación que seguía la nave), no contaban con lentes de visión lejana. Los binoculares habían sido extraviados antes de zarpar de Southampton.

Séptimo plato. Pato asado.

Segundo error: el capitán Smith hizo caso omiso de los seis avisos que fueron recibidos por radio (entre las nueve de la mañana y las 21:40 de la noche del domingo 14 de abril), enviados por los barcos «Caronia», «Noordam», «Baltic», «Amerika», «CaliforniaN» y «Mesaba», en el sentido de que en esa ruta marítima habían sido avistados muchos bloques de hielo, de gran tamaño, flotando sobre las aguas. En lugar de disminuir la velocidad de navegación (se ha dicho que deseaba hacer el menor tiempo posible en esa travesía, que sería la última, antes de retirarse)  la mantuvo invariable, con la finalidad de llegar con mayor prontitud a Nueva York. La tercera falla estuvo dada porque no contaba con las apropiadas luces de señales, para avisar a otros buques cuando estuviese en problemas. Además de los tres imperdonables yerros ya señalados, queda referirse el que para muchos fue el más importante de todos: al iniciar la travesía atlántica debió haber llevado las suficientes embarcaciones salvavidas para todos los pasajeros, las cuales, finalmente, fueron ocupadas por la mitad de las personas que podían tener cabida en ellas. Había lugar para casi 1.200 personas en esas lanchas, y únicamente subieron a 705.

En el caso del «Titanic» -el naufragio del cual ha corrido más tinta de todos cuantos han ocurrido en la historia de la navegación-  existe la fascinación de saber que estando el pecio ubicado a 4.000 metros de profundidad, los hombres de ciencia tuvieron la capacidad técnica de filmar los restos de lo que fuera un barco de increíble suntuosidad, convertido ahora en espectral morada de los peces abisales. Ya después vendría la magia de una filmación que magnificó la tragedia, convirtiéndola en sugerente leyenda.

Octavo plato. Ponche a la romana.

Otra excelente ejecución de Escoffier, limones, un ron añejado, nata…

Me parece interesante consignar que en primera clase viajaban 173 pasajeros del sexo masculino, de los cuales el 66% pereció. Se salvaron 97 de las 100 mujeres que ocupaban dicha primera clase, así como los 5 niños que acompañaban a sus padres. De los pasajeros de segunda clase (cuyo número era de 635) sobrevivió el 8% de los hombres y el 84% de las mujeres, así como los 24 niños que allí viajaban. Del total de ocupantes de los camarotes de tercera clase (1.024) murió el 88% de los hombres y el 45% de las mujeres, así como el 70% de los niños.

 Noveno plato. Solomillo de buey. En la imagen la salsa a la menta.

Sin duda el plato de mas éxito, cien gramos de solomillo punto mas, una salsa como las de antaño, tostado de huesos al horno, encima las verduras asadas, tomate triturado, vino blanco en la placa, harina en la superficie para tostar. Una hora de proceso, para después hervirlo todo en una gran marmita y reducir el liquido a la mitad después de tres horas de cocción, el resultado se puede ver…  

El hundimiento del famoso barco, el Titanic, se ha convertido en objeto de inspiración para varias películas de Hollywood. Una de las primeras en hacerse fue » In Nacht Und Eis» , o su traducción al español «En la noche y el hielo», producción de origen alemán que se rodó solo unos meses posterior a la tragedia y descubierta en el año 1998. Sin lugar a dudas la versión mas famosa y ganadora de varios premios Oscar es «Titanic», cuyo director fue James Cameron y galardonada con un total de 11 estatuillas en el año 1998.   

Décimo plato. Tarta Waldof. Melocotón en licor Chartreuse. Vainilla.

El 30 de abril de 2011 terminamos de dar los menús del titanic. El total de cenas consumidas fue de 980 aproximadamente a un precio de 23€ mas bebidas. Nunca pensamos en este éxito y ajustamos el precio tanto para que la gente lo disfrutara que aproximadamente perdimos unos cinco euros por comensal, unos cinco mil euros. Mereció la pena y terminamos agotados mentalmente con la experiencia. Elaborar todos los platos cada fin de semana, supuso mucho esfuerzo y mucha materia prima, además del personal extra que contratamos.

Los meses siguientes el teléfono no dejo de sonar preguntando por la cena, pero, ya estábamos con otro proyecto.  

En julio de 2011 decidimos retomar otra vez el proyecto y perfeccionarlo. Creamos unas cajas regalo, un Boarding pass como el original y un log book de doce paginas contando toda la historia del hundimiento. Se vendió como regalo para las navidades del 2011 y después para otras fechas como reyes, día de los enamorados y demás excusas. Pusimos a la venta esta vez el menú a 30€ mas diez de la caja por pareja, pero sin obligación de comprarla, y ya que estamos puestos, esperamos que sea un éxito los próximos meses. Ha sido toda una experiencia para mi, también para mi equipo de trabajo, que tanto disfruto, que tanto estrés soporto, que siempre están a mi lado en todo tipo de locuras.

En abril se estrena titanic en 3D. James Cameron, nos contara mas secretos.

Un domingo cualquiera leyendo la prensa, entre sus hojas, un especial del hundimiento del titanic. Lo devoro para enterarme de alguna novedad y en una de sus hojas leo un anuncio de un crucero de lujo (hay que ser atrevidos lanzarlo en un especial hundimiento) decía lo siguiente…lo que sucedió después, ya es conocido por todos.

Tanto el capital del Titanic, como el del Costa Concordia recibieron muchas presiones de la empresa, el uno para ir mas rápido, el otro para acercarse a la costa, sin duda ambos consiguieron el propósito, desconectar de la vida cotidiana.

Que estaban cenando en los comedores de este precioso barco, justo en el momento en que se deslizo sobre una roca. La leyenda continua.

Paco Aviñó.

Share this Story

Related Posts

Comments are closed.

anuncio_00
anuncio_00
anuncio_00
anuncio_00