– Ucraniana vivía un prometedor despertar en el panorama internacional gastronómico con Michelin y 50Best explorando por primera vez el país. Por otro lado, las mismas guías han suspendido todas sus recomendaciones y actos en Rusia dejándolos en el olvido.
– Un hombre ucraniano estaba haciendo una vida normal, como usted ahora, y al día siguiente estaba empuñando un arma, aprendiendo a disparar y en un par de días disparando a personas.
– Los restaurantes más exclusivos de Kiev, dejaron de atender y cerraron cuando se inició la invasión rusa para ponerse al servicio de una economía de guerra. Ya no cocinan a la carta y en cambio ahora cocinan para alimentar a los soldados, a los voluntarios, a los ancianos y a los enfermos.
– Chefs, ayudantes de cocina y demás voluntarios preparan comida las 24 horas del día para entregarlas a los hospitales, el ejército o los refugios, y los proveedores están proporcionando alimentos gratis o a precios simbólicos.
– Los hombres tienen prohibido salir del país, por eso muchos cocineros saben que la buena comida mantiene al ánimo de los soldados bien alto, es por ello en los locales cerrados y con las ventanas tapiadas para dar apariencia de que nadie los habita siguen cocinando para alimentarlos.
– La organización World Central Kitchen, con el asturiano José Andrés a la cabeza, ha desplegado puntos de reparto de comida caliente con una sonrisa en pasos fronterizos a través de comedores improvisados o apoyándose en la infraestructura de los restaurantes locales ya que carece de estructura propia y se apoya en los profesionales del lugar donde se despliega, eso garantiza su agilidad.
– El cocinero José Andrés se implica directamente estudiando las comunicaciones del país para llegar a todas partes. Va y viene. Una vez en su residencia aprovecha su popularidad para visitar a funcionarios y empresarios. Su objetivo es que ucrania a pesar de las circunstancias consiga organizarse para sembrar nuevamente trigo y maíz entre otros. Se trata de que el país no caiga en una hambruna al tiempo que pueda seguir alimentando al resto de Europa y África entre otros.
– El gremio de los restaurantes rusos no entiende que una guerra con la que no están del todo de acuerdo acabe salpicándoles de este modo. Nadie puede opinar ya que Putin ha realizado cambios legislativos más radicales aun y la libertad de expresión no existe. Poco se puede hacer sin jugarse la libertad o la vida. Zelenski tampoco se queda corto y hace lo mismo en el otro bando.
– Como individuo me queda claro que en el corto y medio plazo no desaparecerán estas continuas crisis mundiales globalizadas que comenzaron con la pandemia. Son tiempos de incertidumbres con imprevisibles consecuencias que nos tensan a todos. Por lo tanto, veo mi oficio más imprescindible que nunca, aportando cada día desconexión y placer a través de la cocina y el servicio de mesa.
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